miércoles, 9 de mayo de 2012

Ajo, cebolla, vino y tomates, "indispensables" para prevenir el cáncer

    Se puede comer de todo, eso sí con "moderación y diversificación", pero en una dieta que sirva para prevenir el cáncer no pueden faltar el ajo, la cebolla, el vino, los tomates (mejor en zumo o salsa), el té verde y la granada, según el oncólogo francés David Khayat.

 
   Seis anticancerígenos de una lista de diez "indispensables" que se completa con la cúrcuma, "úsala con profusión", aconseja Khayat-, el selenio, las fibras alimentarias, por facilitar el tránsito intestinal, y la quercetina, presente en alcaparras, cacao, pimentón y apio.

 Ejercicio y no fumar

   Khayat cierra su lista con algo que no se come y que los médicos no se cansan de repetir: hay que hacer ejercicio físico con regularidad y, desde luego, dejar de fumar.
   Director del Instituto Nacional del Cáncer y toda una eminencia, dentro y fuera de Francia, en la lucha contra una enfermedad que puede afectar a uno de cada dos hombres y a una de cada tres mujeres, recalca en conversación con Efe, Khayat es autor de "La biblia contra el cáncer" (Ed. Temas de hoy), un libro que llega a España tras batir récords de ventas en otros países europeos.

La escasa importancia de la herencia genética

   "El riesgo de desarrollar un cáncer es cada día más alto. La herencia genética interviene en apenas el cinco por ciento de los casos. A medida que nuestras sociedades se desarrollan aumenta el número de enfermos, porque vivimos más y, sobre todo, porque nuestros hábitos de vida no son precisamente saludables", afirma quien impulsó la celebración, cada 4 de febrero, del Día Internacional contra el Cáncer.
   Khayat se decidió a escribir el libro después de más de treinta años de verle la cara, a diario y muy de cerca, a una enfermedad que ha procurado "entender mejor para combatirla mejor y vencerla más veces". Una enfermedad, destaca, que "ya no es sinónimo de muerte".
   "La mayoría de los pacientes -continúa- se curan y, los que no, viven más tiempo con los nuevos tratamientos. Los que mueren rápido son cada vez menos". En cualquier caso, no quiere pecar de optimismo y deja bien claro que la victoria sobre tan temido enemigo "será un proceso largo, muy largo. No veremos el final -afirma- ni en cinco ni en diez años".
   A esa victoria contribuirá "seguro" que "hablemos alto y claro" del cáncer, especialmente los medios de comunicación, que, dice, en ningún caso deben referirse a ella con el eufemismo "una larga y penosa enfermedad".
   "¿Cómo vamos a vencer a un enemigo así si ni siquiera nos atrevemos a pronunciar su nombre?", se pregunta Khayat, para quien los enfermos de cáncer, incluso los que se curan, "no se libran del estigma, como esa estrella que los judíos llevaban cosida a su ropa en la Alemania nazi".
Hábitos de vida

   La "biblia" de Khayat no sólo habla de qué y cuánto debemos comer. También se atreve con otros consejos "saludables" para prevenir y combatir la enfermedad y que, en general, hacen referencia a hábitos de vida que están desapareciendo de la cultura mediterránea.
   "De nada sirve -comenta- que comamos mucha verdura, frutas, legumbres, pan..., si luego nuestros hábitos de vida no son saludables, si cada vez somos más sedentarios o se fuma más. La dieta mediterránea no es sólo comida, es también un modo de vida que está desapareciendo". En España, dice, el cambio ha sido "brutal".

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